viernes, 31 de mayo de 2013

PRECEPTO DE LA AMISTAD


QUIEN APRENDE...


APRENDERAS



INSTANTES





INSTANTES. BORGES

Si pudiera vivir nuevamente mi vida, 
en la próxima trataría de cometer más errores. 
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. 
Sería más tonto de lo que he sido, 
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad. 
Sería menos higiénico. 
Correría más riesgos, 
haría más viajes, 
contemplaría más atardeceres, 
subiría más montañas, nadaría más ríos. 
Iría a más lugares adonde nunca he ido, 
comería más helados y menos habas, 
tendría más problemas reales y menos imaginarios. 

Yo fui una de esas personas que vivió sensata 
y prolíficamente cada minuto de su vida; 
claro que tuve momentos de alegría. 
Pero si pudiera volver atrás trataría 
de tener solamente buenos momentos. 

Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, 
sólo de momentos; no te pierdas el ahora. 

Yo era uno de esos que nunca 
iban a ninguna parte sin un termómetro, 
una bolsa de agua caliente, 
un paraguas y un paracaídas; 
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano. 

Si pudiera volver a vivir 
comenzaría a andar descalzo a principios 
de la primavera 
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño. 
Daría más vueltas en calesita, 
contemplaría más amaneceres, 
y jugaría con más niños, 
si tuviera otra vez vida por delante. 

Pero ya ven, tengo 85 años... 
y sé que me estoy muriendo.


miércoles, 1 de mayo de 2013

COMO ADELGAZAR CAMINANDO



La técnica adecuada para “quemar” caminando

Un consejo a los futuros caminantes: para sacarle mejor partido a vuestras caminatas, el cuerpo debe funcionar como una máquina puesta a punto y los movimientos se tienen que encadenar sin esfuerzo ni tensión. Cuando caminamos, utilizamos diversas partes del cuerpo al mismo tiempo, controlar el conjunto no tiene ninguna ciencia pero hay que concentrarse primero en cada una de ellas. Una pequeña lección técnica “paso a paso” con Lucy Knight.
  • La zancada correcta
El error más frecuente para acelerar el paso es alargándolo de manera poco natural. Procura encontrar una zancada que no afecte a la fluidez de tus movimientos.
1. Para empezar, camina una veintena de pasos en dirección recta, con los hombros relajados y el pecho abierto. Si tu cabeza se balancea demasiado y sientes un ligero estiramiento en la parte delantera de la pierna significa que tus zancadas son demasiado grandes. Vuelve a caminar y prueba. Alarga tus zancadas, después acórtalas. Cuando te sientas cómodo, ¡esa es la buena!
2. Acelera el ritmo, no alargando tus zancadas sino dando pasos más rápidos. No intentes ir demasiado rápido, aumenta el ritmo hasta donde te encuentres bien. Te irás habituando poco a poco.
  • Caderas en movimiento
Al cambiar las zancadas, te darás cuenta de que tus caderas se contonean más de lo normal. Este movimiento se volverá natural a medida que ajustes la longitud de tus zancadas. Tu pelvis y tus caderas ganan movilidad. Cuidado con no exagerar el movimiento. Simplemente te tiene que dar fluidez sin llegar a ser demasiado acentuado.
  • Una buena pisada
Una buena pisada es importante para caminar correctamente. El talón debe tocar el suelo primero, y los dedos son los que dan impulso. Practica dividiendo el movimiento en partes.
1. Da un paso hacia adelante. Cuando el talón toque el suelo, el tobillo debe estar flexionado en un ángulo de unos 45°.
2. Estira el pie del todo y apoya tu peso en la parte delantera.
3. Cuando este pie esté totalmente apoyado, levanta la planta y los dedos del otro pie y pasa la pierna de detrás hacia adelante sin arrastrar el pie ni levantarlo demasiado.
  • Un busto bien colocado
No solo caminas con tus piernas, todo tu cuerpo participa, especialmente el busto.
1. La cabeza debe estar en posición neutra, ni levantada, ni bajada. La barbilla tiene que estar paralela al suelo. Lo ideal es mirar a un punto fijo a 5 o 6 metros delante de ti evitando mirar demasiado hacia el suelo, si lo necesitas, claro.
2. Los hombros tienen que estar sueltos y relajados en todo momento. Tienes que poder balancear los brazos con facilidad.
3. Para mantener el torso erguido, utiliza los abdominales, ya que sujetan la parte baja de la espalda. Mete el ombligo hacia dentro y realiza una “retroversión” de la pelvis hacia delante (lo contrario a arquear la columna) para alinear la parte baja de la espalda y dejar sueltas las caderas.
  • La técnica de los brazos
La técnica de los brazos es esencial para caminar. Son ellos los que te ayudan a coger impulso hacia delante y acelerar.
1. Mantén los brazos flexionados a 90°. Cuando empieces a caminar, balancéalos alternadamente, sin alejarlos del cuerpo. (El brazo izquierdo, avanza al mismo tiempo que el pie derecho y al contrario.) El movimiento proviene de los hombros. La mano no debe subir más arriba del mentón y no debe sobrepasar la cadera cuando vuelve hacia atrás.
2. No cierres los puños, el pulgar debe estar en contacto con los dedos sin apretar.
  • Una respiración abdominal
Caminar es un ejercicio aeróbico, es decir, necesita oxígeno. Cuando caminas, la sangre aporta oxígeno a los órganos y a los músculos que trabajan, y gracias a este combustible pueden quemar grasa y convertirla en energía. Si intensificas el esfuerzo, tienes que respirar más profundamente para proporcionarle un aporte extra de oxígeno a tu cuerpo, de lo contrario corres el riesgo de ahogarte. Realizando una respiración abdominal profunda mientras caminas, estás aumentando tu capacidad respiratoria.